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COMO NO PERDER LOS NERVIOS CON LOS HIJOS

Todas las madres o padres nos hemos preguntado alguna vez cómo hacer para no perder los nervios con los hijos. En este blog os voy a compartir, con ejemplos, mis consejos para mejorar e intentar educar a los hijos sin perder los nervios.

Es perfectamente humano pensar "pierdo demasiado los nervios con mis hijos" y también si alguna vez habéis hecho o dicho algo de lo que os hayáis arrepentido después. 

El sentimiento de culpa es algo muy de madres pero no es útil en absoluto y yo, en mi afán por ser una mami práctica, intento rechazarlo en cuanto siento que aparece  dentro de mí. Intento reemplazarlo por algo que sí me resulte práctico y, por tanto, pueda usar la próxima vez que me vea en una situación de potencial pérdida de nervios.

No digo que dejemos de intentar mejorar sino todo lo contrario. No digo que pasemos por alto las situaciones en que actuamos mal o que dejemos de ver nuestro errores. Lo que me parece más sensato es analizar el error y ponerle una solución funcional.

Todo esto está muy bien pero... Cómo hacemos para dejar de perder los nervios o para no actuar como personas que no somos? Cómo dejamos de tener que arrepentirnos de lo dicho o hecho en algún momento de "crisis" con nuestros peques?

Existen varias técnicas que he empleado en distintas ocasiones y que me han sido de utilidad. Algunas de ellas me las he creado yo misma pero no por ello son menos efectivas (sino todo lo contrario). 

Os las voy a ir explicando con ejemplos:

1. Asociar el acto que no quiero realizar (del que me arrepiento después) con un dolor.

Ejemplo: Si no quiero chillar a mi hij@ cuando hace algo "mal", me comprometeré a realizar un acto "doloroso" para mí cuando cometa el "error" de chillar a mi hij@. Con esto conseguiré dejar de cometer el fallo de chillar porque mi cerebro lo asocia al dolor que viene después.

Por tanto, primero debemos localizar aquello que hacemos y queremos dejar de hacer. Luego, asignarle un "dolor" a esa acción, que vendría a ser como un castigo a nosotras mismas por hacer lo que no queríamos. Y, por último, aplicarnos ese "castigo" justo en el momento en que hacemos lo que no queríamos hacer (es importante que el dolor se inflija justo tras el acto a modificar ya que sino el cerebro no lo asocia correctamente).

Por supuesto, cuidado con el dolor que asociemos al acto! no queremos hacernos daños físicos ni nada grave. Puedes simplemente cortarte un mechoncito de pelo cada vez que haces algo de lo que te arrepientes después, puedes hacer 10 flexiones, puedes llevar el alimento que mas odies en el bolsillo y obligarte a comerlo, ... imaginación al poder ;)

2. Preguntarte cuán grave es lo que acaba de hacer tu hij@ justo antes de ponerte nerviosa. 

Si tu hijo te insulta o rompe un cuadro o salta en el sofá nuevo o te chilla o te contesta o te levanta la mano... párate y pregúntate "del 1 al 10, qué importancia tiene lo que acaba de hacer mi hij@?". Con el simple hecho de pararnos y preguntarnos estamos haciendo salir a nuestro cerebro del momento en que normalmente saltaríamos como locas y si, además, damos una respuesta a la pregunta podremos decidir más objetivamente la reacción que vamos a tener con nuestro hij@ por lo que acaba de hacer.

Ejemplo: tu hijo de 5 años te contesta de malos modos. Para, pregúntate "importancia de esto del 1 al 10", para mí puede ser un 5, pues actúa en consecuencia a ese nivel 5 de importancia.

Una buena idea puede ser tener una reacción asociada a cada nivel de importancia de forma que si tu peque hace algo que para ti tiene una gravedad 5 reaccionarás conforme a lo que consideras idóneo para ese nivel de importancia.

3. Meditar.

Esto es más bien preventivo y es de gran ayuda a todas las madres.

Consiste básicamente en sentarse de forma cómoda, con la espalda recta y los ojos cerrados. Poner la alarma para que suene a los 5 minutos (mínimo) y centrarse en la respiración.

Esta es la manera más sencilla y explicada rápidamente. Lo importante es meditar todos los días. Decide tu mejor hora del día para realizar este simple acto y sé constante con ello.

Existen diversas técnicas para que nuestra mente no divague durante la meditación, en general el ancla está en la respiración y debemos centrarnos en cómo expiramos y cómo inspiramos para no perder la concentración y no permitir que nuestra mente "de mono" vaya saltando de pensamiento en pensamiento. 

Podemos imaginar que cada inspiración es como una ola del mar que entra al mar y cada expiración es la ola que vuelve a la orilla. También podemos centrarnos en inspirar llenando los pulmones y expirar lentamente hasta que vaciemos todo el aire. Si algún pensamiento accede a nuestra mente podemos imaginar que es una nube y dejar que el viento se la lleve suavemente lejos, o pensar que es un cachorro al que debemos mandar callar muy sutilmente cada vez que ladra fuerte.

Hay aplicaciones, podcasts, audios, etc que ofrecen meditaciones guiadas si os resulta más cómodo y os gusta más.

4. Robot - muñeco de trapo.

Cuando mi hijo está muy nervioso le hago esta técnica para intentar que se relaje y creo que podríamos usarla también los papis si nos vemos muy alterados.

Consiste en poner nuestro cuerpo muy rígido como un robot durante unos segundos y luego relajarlo como un muñeco de trapo otros segundos. Así sucesivamente varias veces. 

Si estamos a punto de perder los nervios con nuestro hij@ podemos utilizar esta técnica dejando que nuestra ira se disperse con cada rigidez-descanso de nuestro cuerpo.

5. Salir de la habitación.

Me siento en la obligación de compartir esta técnica tan mencionada y que a mí personalmente no me ha funcionado mucho. Y la comparto por si alguien no la conoce o por si alguna persona le funciona mejor que a mí.

Simplemente, quitar de nuestro campo visual el objeto de nuestra ira antes de perder los papeles. 

Ejemplo: tu hij@ te ha levantado la mano en la cocina, tendrías que salir de la cocina y respirar varias veces sin tener a tu hij@ delante de ti.

Y, con estas 5 ideas prácticas para no tener que arrepentirnos de ponernos un poquito histéricas de vez en cuando, me despido hasta el próximo blog. No sin antes desearos a todas muy muy feliz crianza.

Recordad que me tenéis a vuestra disposición para cualquier consulta o comentario en instagram a través de la cuenta sonora_baby.

 

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