Frenillo lingual corto en bebés: Qué necesitas saber
La llegada de un bebé está llena de emociones y muchas preguntas para las mamás, sobre todo si eres primeriza. Una de las preocupaciones que pueden surgirte durante las primeras semanas de vida es el frenillo lingual corto, una condición que puede afectar la alimentación, el habla y el desarrollo oral de tu pequeño. De hecho, puede dificultar la lactancia materna.
Vamos a ver qué es el frenillo lingual corto, cómo identificarlo y qué opciones hay para abordarlo.
¿Qué es el frenillo lingual corto?
El frenillo lingual es una pequeña banda de tejido que conecta la parte inferior de la lengua con el suelo de la boca. En algunos casos, este frenillo puede ser más corto o más grueso de lo normal, lo que se conoce como frenillo lingual corto o anquiloglosia. Esta condición puede dificultar el movimiento de la lengua, afectando diversas funciones esenciales para el desarrollo del bebé.
¿Cómo puedes identificar si tu bebé tiene frenillo lingual corto?
Detectar un frenillo lingual corto puede no ser evidente al principio, pero hay algunas señales a las que deberías estar atenta:
- Dificultad para amamantar: Si tu bebé parece tener problemas para agarrarse al pecho, chupa de manera ineficaz o parece frustrado durante la lactancia, podría ser un signo de anquiloglosia.
- Aerofagia: Si tu bebé traga aire mientras amamanta o toma el biberón, esto puede indicar que no está utilizando bien su lengua debido al frenillo.
- Problemas con la alimentación sólida: A medida que tu bebé comienza a probar alimentos sólidos, un frenillo lingual corto puede dificultar la manipulación de los alimentos en la boca.
- Retraso en el habla: Aunque no todos los niños con frenillo lingual corto tendrán problemas en el habla, algunos pueden experimentar un desarrollo más lento de las habilidades del lenguaje.
¿Qué puedes hacer si crees que tu bebé tiene frenillo lingual corto?
Si sospechas que tu hijo pueda tener un frenillo lingual corto, es importante consultar a un pediatra o a un especialista en lactancia. Ellos podrán evaluar la situación y determinar la mejor solución. Las opciones pueden ser:
- Ejercicios de movilidad: Algunos especialistas pueden enseñarte ejercicios que ayudan a mejorar la movilidad de la lengua.
- Frenectomía: En casos más severos se puede recomendar un procedimiento que es bastante sencillo e indoloro llamado frenectomía. Consiste en cortar el frenillo lingual para permitir un rango de movimiento normal.
Detectarlo a tiempo es muy positivo
Identificar y solucionar el frenillo lingual corto a temprana edad puede ser muy beneficioso en el desarrollo general de tu bebé. Un tratamiento adecuado puede facilitar la lactancia materna, prevenir problemas de alimentación y contribuir a un desarrollo del habla más saludable.
Si eres madre primeriza o estás esperando un bebé, es natural tener preocupaciones sobre la salud y el desarrollo de tu pequeño. Estar informada sobre el frenillo lingual corto es un paso crucial para garantizar que tu bebé tenga el mejor comienzo posible. No dudes en hablar con tu pediatra si tienes alguna inquietud; el bienestar de tu hijo siempre debe ser la prioridad.
¡Tus instintos maternos son poderosos, y la información es tu mejor aliada!
